La Universidad de Duke realiza un estudio publicado en la revista Cerebral Cortex que afirma que la activación y el fortalecimiento de algunas regiones cerebrales ayuda a mantener a raya la ansiedad y la depresión.
[quote position=»left»]Las personas que padecen un gran reacción a las amenazas y baja reacción a la recompensa son más susceptibles a desarrollar ansiedad y depresión[/quote]
Ya se había descubierto que las personas que padecen un gran reacción a las amenazas y baja reacción a la recompensa son más susceptibles a desarrollar ansiedad y depresión.
Los estudiantes que formaron parte del estudio se sometieron a escáneres por resonancia magnética funcional, ya que los investigadores estimularon la corteza prefrontal dorsolateral, encargada de las funciones ejecutivas como el razonamiento abstracto, flexibilidad cognitiva, regulación emocional o memoria operativa.
El estudio se realizó a través de la respuesta de preguntas matemáticas. Descubrieron que una mayor actividad en la corteza prefrontal dorsolateral significa una menor probabilidad de que desarrollen ansiedad.
[quote position=»right»]Descubrieron que una mayor actividad en la corteza prefrontal dorsolateral significa una menor probabilidad de que desarrollen ansiedad.[/quote]
El siguiente paso es investigar si las operaciones mentales complejas mejoran el funcionamiento de la corteza prefrontal dorsolateral o si cada problema es específico de la tarea. Mientras que los métodos como la terapia cognitiva conductual, el entrenamiento de la memoria operativa y la estimulación magnética transcraneal ayudan a los pacientes en riesgo a lidiar con la ansiedad y la depresión, Harari planea descubrir si los juegos complejos tienen potencial terapéutico.
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