La enfermedad del poder existe, realmente se le denomina síndrome de Hubris o enfermedad de los líderes.
Se trata de un trastorno de personalidad que afecta a personas que tienen un cargo de poder y realizan conductas incongruentes.
[quote position=»left»]El Hubris es el ego desmedido, la insensatez e imprudencia haciendo que la persona crea que puede enfrentarse a los mismos dioses[/quote]
El Hubris es el ego desmedido, la insensatez e imprudencia haciendo que la persona crea que puede enfrentarse a los mismos dioses creyendo que tiene done especiales. Eso se traslada a la toma de decisiones erróneas ya que la persona pierde la perspectiva de la realidad y sólo ve lo que quiere ver.
En sociología y política el perfil se asocia de líderes que presentan síntomas de narcisimo o megalomanía, creyendo ser invencibles y encontrado enemigos por todas partes.
Los síntomas van desde la necesidad de recibir halagos hasta la sensación de ser elegidos para llevar a cabo una misión trascendental haciendo que se sientan que están por encima del bien y del mal.
[quote position=»right»]Los síntomas van desde la necesitad de recibir halagos hasta la sensación de ser elegidos para llevar a cabo un misión trascendental [/quote]
David Owen, médico, político y escritor del libro “En el poder y en la enfermedad. Enfermedades de jefes de Estado y de Gobierno en los últimos cien años”, asegura que este síndrome se mezcla con el narcisismo y con el trastorno bipolar y describe al personaje como un ser que se comporta con arrogancia y soberbia, actuando en contra del sentido común.
Algunos de los políticos que señala el libro son Hugo Chávez, Geore W. Bush, Tony Blair, José María Aznar, Arthur Neville Chamberlain, Adolfo Hitler, Margaret Tatcher… los cuales muchos de ellos caen en depresión al terminar su mandato.
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